Tres novelas para leer antes del verano

Llega la primavera y después se echa encima el verano sin que nos demos cuenta. Y cuando pensamos que en la estación de las vacaciones tendremos más tiempo para leer resulta que no, que no es así, que como siempre surgen muchas otras actividades o el descanso y la modorra nos pueden y no somos capaces de prestar atención a lo que viene escrito en los libros que tanto hemos deseado durante el invierno.

Antes de verano, cuando los días se alargan y se alargan y las temperaturas se suavizan, es un buen momento para coger las novelas que con deseo tenemos guardadas y abrir sus páginas para devorarlas con placer, muchas veces con avidez de nuevo amante.
Recomiendo tres novelas que me han gustado, y lo digo arriesgando, porque una de ellas no la he terminado todavía. Son:

La catedral y el niño, de Eduardo Blanco Amor.
Excepcional, con toda la razón dicen de ella que es una de las grandes novelas del siglo XX. A mí me sorprendió porque crees leer a Galdós pero mejor escrito, si es posible. Se recorre su curso con una fluidez y una cantidad de palabras distintas y de tal forma trabadas que pasas por sus páginas con la ligereza de lo sencillo y la efervescencia de la abundancia.
Lo único que falla es su capítulo inicial, que hay que hacer por leerlo y que no tiene que ver nada con el resto, y el final, que queda falto de un desenlace menos esperado.

Las largas sombras, de Elia Barceló.
Cuando crees que sabes lo que va a pasar cambia la trama. Como si se tratara de una novela policíaca pero sin policía ni detective. Un reencuentro de amigas que te agarra desde el principio en la anécdota cotidiana pero que oculta la personalidad de cada protagonista. Una puesta en común de los pensamientos habituales, las vivencias propias y similares, las variaciones circustanciales y los hechos reales amasados por el recuerdo.
Intensa, distraída, para los que nacieron en el 70 o un poco antes o un poco después, con los lugares reconocibles y el ambiente de su época dentro de la realidad actual. Para todo el que quiera entrar en el círculo de la vida de cualquier grupo de amigas o amigos marcados por el tiempo y las vivencias.

Tu rostro con la marea, de Fernando García de Cortázar.
La primera novela de este gran historiador. Una de las mejores ideas que ha habido para dar a conocer hechos históricos han sido las novelas históricas, igual que las películas, las series de televisión, el teatro, etc.
La sociedad previa a la República, el final de la Monarquía, la dictaduras varias del siglo XX, vistas desde el XXI, descargadas de la ideología reinante en su momento pero con sus protagonistas, forman parte de esta novela. Es de agradecer el relato de los hechos sin tomar partido, con una descripción precisa, con la abundante información de los actores relatadas de primera mano. La mejor manera de comprender los hechos y sus consecuencias para evitarlos en el presente. Las similitudes y las diferencias con la época actual, la gran distancia en el tiempo y en la composición de la sociedad.


Y eso es todo.
¡A leer!